Silencio

Él la miraba cómo núnca antes la habían mirado. Y ella se quedaba callada, prendada por sus grandes y azules ojos, esos ojos que la cautivaron.

El silencio se apoderaba de ellos y se coronaba como rey de la noche…. Bendito silencio, tan odiado y tan deseado según la ocasión.

Mientras el frío se hacía notar ellos se acercaban más, con la fácil excusa de darase calor mutuo. Aparecieron sutiles besos, abrazos, caricias y manos desesperadas por tener un poco más, pero mientas todo sucecía, el silencio se rompió al un sutil «Te Quiero» brotaron de sus labios. El silencio volvió a aparecer, pero antes de que él pudiera maldecir ese momento,ella le respondió con un «yo tambien Te Quiero».  Él la sugetó de las mejillas, la miró a los ojos y cómo nunca antes había hecho, la besó, la besó tanto que casi no quedaban besos para darle.

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